[Pasado] Social - No quiero un lugar al que volver...(2pt.)

Realmente desconocía la última vez que Satan Soul, su Take Over, había tomado control de su cuerpo y le daba pavor el mero hecho de saber que podría pasar en cualquier momento. Por eso, se había ido a un lugar más bien tranquilo, no esperó dar con muchas personas, el pueblo parecía estar lleno de comercio. Los ojos de la chica se posaron en sus alrededores, no era muy grande y seguro tendría un lugar lejano en donde podría descargar toda la ira contenida por el demonio que la habitaba. Aun así, aquel lugar tenía algo, podía sentirlo, la llamaba tal y como si una sensación cálida se hiciera a su ser ¿Qué era?. Cada paso que daba dentro de aquellas calles la hacían sentir más confortable, así que decidió primero que todo buscar una posada, entró tranquila a uno de los hostales -Buenos días, ¿en qué podemos servirte?- preguntó un joven de cabellos rojos y cara gentil un poco más bajo que la rubia -Buenos días, estoy buscando un lugar donde poder quedarme unos días… ¿tendrás algo disponible?- el chico arrugó su cara dado que por aquellos días en el pueblo se había alojado una especie de ruta comerciante y tenía la localidad llena y a reventar -Echaré un vistazo- dijo mientras tomaba lo que parecía una bitácora y buscaba un lugar disponible.

Mientras, la rubia pasó los ojos por el lugar. Se veía agradable, acogedor y sin saberlo sentía que había estado ahí antes. Seguía sin saber que era toda aquella sensación. Como fuera, siguió esperando hasta que el chico sonrió -Estás de suerte… tengo solo una habitación disponible- Bishamon ladeó la cabeza y juntó sus manos a manera de plegaria y las dejó en el pecho tal y como si estuviera agradecida, pero sabía bien que si no era ahí hallaría otro lugar igual o mejor que este. Era mercenaria, estaba acostumbrada a no encontrar lugares y tener que ir hasta el pueblo siguiente o simplemente tener que preguntar en el mismo pueblo en varios lugares. -Ten, la 215- dijo sin más señalando las escaleras de ascenso -si necesitas algo solo házmelo saber- afirmó al joven antes de subir a su habitación.

El calor dentro de su cuerpo seguía aumentando, no le gustaba para nada la sensación. Era como si todo un sentimiento la estuviera invadiendo a tal punto de tener que… “explotar”. Sus ojos se abrieron de golpe, sabía bien qué significaba eso. Dejó las cosas como pudo en la habitación y de inmediato salió del lugar corriendo como alma que lleva el diablo. No sabía hacia dónde iba, por cualquier parte seguía viendo personas, parecía desorientada y en un punto sintió que no podría más, las miradas hacia ella eran contundentes ¿sería capaz de hacer daño a toda esa gente?. Mordió su labio inferior hasta hacerse daño y entonces hizo un último esfuerzo. Se detuvo hasta tomar consciencia de lo que estaba haciendo. Ubicó su posición para darse cuenta que había estado moviéndose en círculos dada su desesperación -Tks…- una de las calles daba a los que parecía un lugar con un río mucho más desolado y tranquilo, así que corrió hasta él.

No tardó demasiado en llegar al lugar, una especie de cascada de pequeño tamaño y un área totalmente desolada. Estaba cansada, le faltaba la respiración, no quería hacer daño a nadie, pero esa sensación a la vez de querer “limpiar” el mundo la agobiaba y por lo mismo buscaba donde desfogar todas ansias de dañas donde realmente no pudiera dañar a nadie. Caminó hasta la cascada y ahí, metió sus pies hasta la altura de la pantorrilla sintiendo que aquel poder podría desbordar y entonces, centrada en la cascada… nada pasó.

Todo continuó igual, la ira contenida seguía ahí, inamovible y a punto de hacer su entorno trizas, pero por alguna razón aún no estallaba. ¿Por qué? -Eres débil, mírate... sin propósito, sin vida, sin ruta ni destino… déjamelo a mí, prometo hacerlo bien por ti…- del cuerpo de la rubia empezó a emanar un aura morada que cubría su cuerpo a la vez qué rayos violeta hacían contacto con su piel y el agua infringiendo dolor a la chica que solo apretaba con fuerza sus puños. Quien le viera podría saber claramente que no era un buen momento para acercarse y que incluso estar ahí era peligroso. La presión mágica que podía sentirse y toda la energía concentrada en aquel lugar hacía que los árboles se movieran con fuerza, que la arena despegara del piso, que el aire fuera turbio, violento y que incluso la corriente del agua se viera afectada.-...No… no sabes nada de mí…- ambas voces eran externas, una grave y la otra la voz de la rubia, la voz de una chica normal.

Aquel aire morado de repente empezaba a extinguirse a la vez que los efectos climatológicos retomaban su curso. Por la cabeza de la chica pasaban innumerables sucesos, pero en gran parte, los recuerdos de un padre que la había maltratado y tratado como al hijo que nunca había tenido y al que una vez imagino nacer había muerto junto a la madre en el trabajo de parto. -Niña estúpida, no haces nada bien… tu hermano muerto lo haría mejor que tu, eres una decepción, gracias al demonio tu madre lo logró criarte, vamos, muévete...- las lágrimas desbordaban de los ojos de la chica que seguía parada con la cabeza enterrada a su pecho, manos empuñadas con total fuerza. Las palabras usadas por su padre infringían el dolor que nadie lograba ni había logrado. Aún pesaban y a pesar de no saber de él en el largo tiempo, aun sentía como cada una de aquellas se clavaba en ella cual hoja afilada. ¿Recordar los golpes? No, ciertamente prefería el dolor físico al psicológico que le causaba en antaño aquel hombre.

Su cabello se empezó a elevar, parecía entonces que iba a estallar. Empezaron a aparecer visos morados, el cuerpo de la chica parecía mutar, escamas, cola, rojo escarlata, dorado, negro, morado, y al final, una nube de humo morada que terminó por cubrir el cuerpo completo de la chica. -...- el silencio perturbador de nuevo pero de la nada, la voz de la chica resonaría en el lugar -¡NO!... ¡B...BASTAAAAAAAH!... No tienes poder aquí, es mi cuerpo y lo lograrás dañarme ni a mis cercanos… no más…¡NO MÁS!- Luego del último grito, aquella figura demoníaca desaparecía dejando de nuevo a la chica a la vista pero sin fuerza.

Bishamon caería inconsciente en el agua boca abajo y en dirección a la cascada que parecía tener más de un secreto oculto. Capaz, era uno de esos lugares que absorbía la magia u energías dada la unión de los elementos en ella. Todo volvió a la normalidad y nunca se dió cuenta que detrás de ella siempre hubo alguien. De haber sido así, su Take Over habría tomado por completo el control y la catástrofe habría sido devastadora. Nunca escucharon las voces ajenas a su espalda, dado que la conversación con ella misma era tan fuerte que no percibía nada a su entorno.