Pasado|Social — Too Far (Priv. Utsuchi)

Los viajes sin un rumbo fijo se habían convertido para Mary Shelley en algo cotidiano, aunque cabe aclarar que, no se volvían una simple rutina; viajar le traía a la muchacha experiencias que la sacaban de su zona de confort y a su vez le ayudaban a desarrollarse personalmente. El gran viaje, conformado de muchos caminos desde que se convirtió en una justiciera sin ley, habían provocado en ella, algunos de los mayores cambios en su forma de ser, quizás por las vivencias, porque aprendía de otras culturas e idiomas y hasta por las personas que se le cruzaban en medio del camino, todo eso era suficiente para tener experiencias inolvidables en cada sitio que pisaban sus pies.

Era el inicio de un fin de semana que pintaba pintoresco, pues emprendía nueva marcha en terrenos de pastizales de vistas muy bonitas y el clima era soleado con pocas nubes, más bien despejado en su mayoría. Mary Shelley, vestía cómoda pero no ligera de ropa, casi se había puesto todos los trapos encima, desde un suéter de algodón color caramelo, no muy abrigador pero lo suficiente para cubrirse los brazos de los rayos del sol a juego con sus botines de suelas gruesas por si debía transbordar en parajes escabrosos, hasta con guantes de chiffón, como la tela de su vestido blanco, también llevaba un sombrero de paja de ala ancha y listón decorativo rosado cómo sus medias largas. Se podría suponer viéndola que llevaba decenas de maletas, pero no, un simple bolso de viaje de tamaño grande era lo que cargaba como equipaje.

El papel que llevaba en mano derecha con el número seis en letras grandes y negras era su ticket, que le sería pedido al arrancar, lo sostenía fuerte, arrugándolo por miedo a perderlo. Al subir en el transporte buscó con la mirada aguza el asiento asignado, dándose cuenta que alguien más lo ocupaba. Debía ser un error, por eso, se acercó para esclarecer.

–Disculpe… Éste es mi asiento –dijo MS con tranquilidad, pero segura de ello al hombre desconocido sentado allí.

En seguida le mostró el boleto, como prueba de ello.