Asalta el cuartel ahora o nunca || Trama Global - Kay, Anheru y Utsuchi

El samurai observaba como los grupos se iban reuniendo, el resonar del metal de sus armaduras le hacía sentirse brutalmente desplazado, dado que como siempre su indumentaria no coincidía con la de un caballero normal y corriente, movía la espiga en su boca de un lado a otro mientras miraba a los presentes pues se suponía que en aquel lugar había quedado con los integrantes de su avanzadilla, al fin estaba en una misión importante sin embargo debía mantenerse completamente alerta, ante el resto él no era más que un hombre de mediana edad con una espada, y encima no podía usar sus habilidades muchas veces, pues acabaría sin su arma en poco tiempo.

Espero no tener que cargar con unos infantes... mencionó en voz alta mientras escupía la espiga y saca una pipa de su bolsillo, con la zurda sujetaría la pipa y con la diestra pondría algo de tabaco en la misma,  entonces sacaría una cerilla, la última que le quedaba y la prendería con un movimiento de su mano, encendiendo el tabaco y dándole una calada que exhaló en una gran bocanada de humo.

Tras exhalar el humo cerraría los ojos un momento mientras rezaba un mantra que le había enseñado su padre en su idioma natal, se suponía que dicho mantra atraía a la suerte y ayudaba a abrir los caminos que aun estaban cerrados, entonces al terminar abrió los ojos recordando con cierto cariño a su padre, quizás si lo viera ahora podría reconocer a alguien que ha respetado las tradiciones y se ha hecho más fuerte. Dame fuerzas viejo... la voy a necesitar.

Su avanzada hacía Ravens le había hecho perderse entre la múltitud, pero ya este tenía en claro cual era su misión, lo que quedaba era llegar al lugar de encuentro específicado para reunirse con su escuadron, lo primero era reunirse con los otros y sí había tiempo presentarse ante los presentes que serían quienes le acompañarían a cumplir con la misión, aunque en su camino, no pudo evitar pensar que quizás no habría tiempo para las presentaciones..

La atmósfera cambiaba por completo al dirigirse a aquel lugar, un aire pesado y completamente diferente al que sé respiraba frente al castillo de Liones y en cualquier otro pueblo o reino en general que este había visitado, mientras más avanzaba más era aquel sentimiento de inquietud, el cual al rubio le hizo saber que la cosa era realmente seria.

Un aire pesado y un ambiente completamente nublado, sin una pizca de luz era lo que había al adentrarse más al lugar de encuentro, aquel rubio que irradiaba calidez siempre en su ser, sé veía opacado por esto y no es para más, puesto que llegado a ese punto, sabía que sus habilidades estarían un tanto reprimidas sí es que le tocaba entablar un combate.

-Creo que me tocará ingeniarmelas en este escenario- Dijo para sí mismo, sí, sabía que aunque su especialidad estaría abatida mientras no hubiera luz en aquel lugar, no podía retroceder a aquella misión tan importante que sé le había asignado y es que, aunque terminó inmiscuido en ese suceso por mera curiosidad, nunca haría de la vista gorda ante algo que amenazara la paz de los civiles y personas ajenas al asunto de las guerras y todo eso, para él el ayudar a quien lo necesitase era lo primordial.

Una vez llegado al punto de encuentro pudo visualizar a un hombre de mediana edad, sí estaba en aquel lugar, debía ser uno de los integrantes de su escuadron, puesto a que de ser de otra manera, sé trataría de algún enemigo, aunque de cierta forma, el rubio descartó esta última posibilidad, puesto a que aquel sujeto no parecía ser un enemigo, pero aún así, debía ir con cuidado.

Paró apróximadamente un metro de distancia de aquel hombre, mostrándose precavido ante cualquier situación y decidido a tratar de confrontar a aquel hombre, para saber sí este era aliado o enemigo, pero sé vio interrumpido por la situación, sé escuchaban gritos y en algún lugar más allá, tal parece que en los alrededores de Ravens ya había comenzado el jaleo y quizás sé debía a que los demás escuadrones ya habían entrado en confrontación pues de esto sé trataba, algunos seleccionados sé encargarían de ciertas tareas claves mientras que los demás grupos conformados por soldados y demás, harían una especie de distracción para que los demás pudieran infiltrarse sin tanto problema, podía escuchar gritos y el joven no podía evitar pensar en que sería de más ayuda haciendo de distracción, apretó su puño y mientras levantaba este comenzó a mirarlo fijamente y sé calmó, sí, en su estado actual quizás no sería de completa ayuda debido a que no estaba a su 100x100, así que de estar en aquel lugar en el que sé libraría, tarde o temprano, una especie de batalla campal, terminaría por agotarse y quizás, perecería en el intento, pero bueno, en lo que estamos.

Al haber calmado su pensar, no pudo evitar el comenzar a pensar en que forma sé infiltrarían, aunque bueno, aún no llegaba al lugar quien sería el lider de escuadron, así que no podían proceder sin su presencia, aunque esto no evitaba que fuera pensando en ideas y estrategías en caso de entablar un combate, porque sí, la misión que sé les había encomendado parecía fácil a simple vista, pero sí pensabas en el tema aún más a fondo, no era tan fácil, infiltrarse en un cuartel enemigo y liberar presos mientras trataban de obtener aún más información para su objetivo principal, sonaba relativamente fácil, pero vamos, era infiltrarse en un cuartel enemigo, claramente habrían problemas mayores y obstáculos para cumplir su misión, así que había que pensar muy bien en que hacer.

Sé mantenía analizando la situación mientras miraba fijamente hacía el frente con una leve sonrisa en su rostro, sí, no sé dejaría amedrentar por la situación y iría con todo, sin mirar atrás, ya estaba decidido, estaba listo para entrar.

Kay tenía un par de problemas asimilando lo que había ocurrido: Después de la reunión de los clanes en la Ciudad Real de Liones, lo habían puesto a cargo de un equipo para infiltrarse en Ravens y dirigirse hacia el suroeste, donde había un extraño cuartel del que se había obtenido información con anterioridad. Mientras esperaba que los chicos asignados bajo su mando se acercaran, su mente estaba trabajando: "-¡¿Li-Lider de Grupo?! ¡Demonios! Voy a tener que lidiar con quiza que clase de tipos raros... Solo espero que podamos cuando menos evitar reventarnos la cara...-" pensaba el pelirrojo con un notorio rostro de fastidio y una gota de sudor cayendo por su sien... Realmente no se sentía muy cómodo con la idea de liderar un grupo, aunque eso le convenía para cumplir la misión que le encomendó el cardenal.

Fue así que nuestro amigo con peinado de platanero se dirigió hacia las personas que les habían asignado con ambas manos en los bolsillos y un rostro inexpresivo, no quería dar una mala impresión pero tampoco es que se preocupara por lo que tuvieran que decir los demás sobre su personalidad: Con que estuviesen dispuestos a cumplir la misión a como de lugar le bastaba, tal como él y su compromiso con el cardenal. Una vez estuvo cerca de sus nuevos subordinados, se aclaró la garganta y aplaudió con potencia para llamar su atención y comenzar su pequeño discurso: -¡Muy bien! ¿Así que ustedes son las personas que estarán bajo mi mando?... De acuerdo, vamos a hacer esto rápido: Mi nombre es Kay y soy un humilde chico que intenta ganarse la vida... Tengo cosas más importantes que hacer en vez de morirme, así que les pediré que tratemos de trabajar en equipo y no nos lancemos a lo loco. Escucharé ideas de ustedes para la infiltración, pero además necesito que me digan una cosa: ¿Cuál es su Poder Mágico o Especialidad como le conocen algunos?-

Numerosos caballeros comenzaron a llegar y entre todos ellos un joven se presentó como el capitán a dirigir aquella operación, Utsuchi no pudo evitar resoplar, tantos años entrenando para que un niño acabara guiándole a la batalla, ya estaban más cerca de aquel lugar y el hombre erigido como líder quería saber en que se especializaba cada uno. Yo tengo una espada y la sé usar... era la mejor forma de definir que hacia este, no poseía ningún tipo de magia especial, todo lo que tenía era un estilo creado gracias a sus años de entrenamiento, además nunca puedes asegurar que los caballeros ahí reunidos no se convirtieran en enemigos en un futuro, si querían averiguar con exactitud la habilidad del samurai deberían fijarse en este en el ataque, si es que podían fijarse en sus movimientos...

Mientras el resto charlaba Utsuchi daría otra calada aquella pipa observando el castillo y como hombres de armadura realmente penosas salían y de aquel lugar, ¿Qué diferencia había entre no llevar armadura y usar esas rumientas piezas? fue entonces cuando observó una flecha perdida dirigirse hasta él, con la diestra la mano que tenía libre pues en la zurda tenía la pipa, se apartó de la trayectoria y agarró la zona del palo de la misma para que el proyectil no alcanzara a ninguno de los caballeros.  

Algo no me huele bien... mencionaría para si mismo mientras observaba en la distancia aquellos guardias, cincuenta metros los separaban y aun así no entendía por qué usar armaduras como aquellas, parecía una entrada demasiado fácil, Utsuchi podía cortar el acero en perfecto estado como si de mantequilla se tratase, parecía una invitación a entrar... el samurai entonces caminaría hacia su líder, apagando la pipa y guardándola en su kimono.
Chaval, creo que la entrada es una trampa, sus soldados están malequipados... creo que entrar por ahí sería básicamente un suicidio... sin embargo... diría el hombre mientras partía una pequeña ramita de un árbol y se la ponía en la boca. Me gustan esas situaciones, si así lo desean puedo serviros de distracción, me gusta pelear con varios soldados a la vez, solo debes pedírmelo y crearé un revuelo tan grande que vais a poder colaros hasta en la cocina de sus madres.

resumen:

Las palabras del samurai hicieron que Kay pusiera un rostro de fastidio digno de una caricatura... ¿"Tengo una espada y la se usar"? ¿Qué diablos significaba eso? Cualquiera puede aprender a usar una espada, o eso pensaba el pelirrojo al escuchar esas palabras, tratando de no mostrar más fastidio del que ya había mostrado con su reacción. El joven entonces simplemente dejó escapar un suspiro de fastidio e inclinó la cabeza hacia adelante, una flecha pasó casi rozando su nuca en ese momento pero nuestro muchacho ni siquiera se dio cuenta de aquello, simplemente terminando por rascarse la cabeza mientras otra flecha más pasaba por delante de él. -Ya veo... Supongo que en ese caso solo nos quedaría conocer el poder mágico del chico rubio, ya que yo tampoco tengo uno desarrollado- dijo Kay con los ojos cerrados y un rostro de resignación para después centrarse en escuchar lo que Anheru tuviera que decir sobre su especialidad. El cuartel estaba relativamente cerca, a no más de 50 metros de distancia de hecho, habían además todo un escuadrón de soldados que resguardaban el lugar "-Definitivamente tienen algo importante ahí guardado-" pensó el joven rubio dirigiendo la mirada por unos segundos hacia el lugar "-No parece como si esos tipos fuesen a moverse tan fácilmente, la batalla ya ha iniciado y no se han movido ni un centímetro... Necesitamos una distracción para que podamos infiltrarnos"- agregó justo un segundo de que las palabras de Utsuchi nuevamente captaran su atención: "Me gustan esas situaciones, si así lo desean puedo serviros de distracción, me gusta pelear con varios soldados a la vez, solo debes pedírmelo y crearé un revuelo tan grande que vais a poder colaros hasta en la cocina de sus madres"

El pelirrojo arqueó la ceja izquierda por unos segundos y se quedó mirando al samurai, -... Es un buen plan, sin duda... Pero... ¿Estas consciente de lo que eso significa?- le dijo con absoluta seriedad -Podrán verse desaliñados y mal armados, pero podrían ser mucho más fuertes de lo que aparentan... Sin embargo, es cierto que necesitamos una distracción... De acuerdo, ve por ellos. Rubio, tu y yo nos mezclaremos en el combate y entraremos pasando desapercibidos, seguro entrar no será nada fácil pero tenemos que aprovechar hasta la mas mínima apertura- declaró a continuación el joven Kay desenvainando su espada y poniéndose en pose de pelea, intentaría estar lo más preparado posible para lo que pasara y en cuanto viera una abertura no dudaría en abalanzarse hacia el cuartel.

Resumen y Stats:

Al visualizar bien pudo notar que no estaban tan lejos de su objetivo, aquel lugar al que debían asaltar se podía ver a lo lejos, a no más de unos 50 metros de distancia, uno de los presentes, un joven de cabello rojizo, quien sería el lider de la misión se presentaría ante los que estaban allí, haciendo una pregunta que en definitiva, sería crucial para fomentar alguna estrategia o plan de contingencia a la hora de presentarse algún problema..

El sujeto que por sus prendas aparentaba ser un samurai. daría una muy leve y escasa descripción de lo que podía hacer, en alguna otra circunstancia el rubio probablementetomaría dicha descripción como una broma, pero todo aparentaba que lo había dicho enserio, puesto a que en cuestión de segundos pudo notar como un par de flechas sería dirigidas al lugar en donde se encontraban, siendo estas una esquivada por el pelirojo y otra interceptada por aquel hombre con apariencia de samurai.

Luego de hacer una pequeña expresión de fastidio debido a la respuesta dada por el samurai, reafirmó su pregunta pero esta vez siendo un poco más directa al rubio quien respondió -Pues, la verdad....- Se rascó la cabeza mientras que mostraba una sonrisa y siguió -Mi nombre es Anheru y provengo del clan de las Diosas, así que ya con eso han de saber más o menos que puedo hacer- Hizo una pausa cambiando su expresión a una más seria -Mi especialidad como tal no vale la pena mencionarla, puesto a que en el escenario actual es inutil, aunque sí por alguna razón el sol o la luna llegan a asomarse tan siquiera un poco, sabrán de que va- Detuvo su explicación puesto a que otra flecha había salido disparada hacía él y este sin moverse un poco levantó una de sus manos y la detuvo, prendiendo fuego a esta y haciendo que solo quedaran cenizas de aquella flecha y siguió -Por ahora, puedo hacer uso de mi magia y utilizar fuego y soy capaz de entablar combate cuerpo a cuerpo, de antemano me disculpo por no estar en mi 100%, pero no contaba con que el ambiente estaría en mi contra- Sé disculpó mientras hacía una pequeña reverencia, sí, no estaba a su 100, pero eso no le evitaría el cumplir con su misión..

Una vez listo eso, lo siguiente era encontrar una forma de entrar, puesto a que a pesar de haber revuelo por todo Ravens, aquel cuartel sé encontraba resguardado por una gran cantidad de caballeros con armadura desgastada, aunque ya sabes lo que dicen, no te dejes llevar por las apariencias y como se veia la cosa, todo indicaba a que en aquel lugar ocultaba algo.

El samurai dio una estrategia, la cual era simple, pero podría ser efectiva. pero Anheru no podía evitar ver aquello como un sacrificio a simple vista que, aunque era en pro de cumplir con su misión, no era algo que Anheru aceptaría así sin más y terminó por expresar su pensar -Por muy bueno que sea ese plan, no puedo aceptarlo a ojos cerrados, no pongo en duda tu capacidad, pero el hecho de que seas muy bueno y de que esos sujetos porten armaduras desgatadas y que a simple vista se vean frágiles, no significa que representen un mal menor, ya que sí lo ves por otro lado, quizás lleven esas armaduras desgastadas debido a que no necesitan de protección mayor para llevar a cabo su misión, la cual es impedir la entrada a cualquier individuo que trate de entrar- Eso era lo que pensaba el rubio, para Anheru el dejar atrás a un compañero no era una opción y sí ese fuera el caso aprobaría facilmente sí sé tratase de él mismo...

-Dijiste que sabes usar tu espada ¿no es así? eso implica que tendrás que acercarte demasiado a ese lugar para atacar, en ese caso, yo podría ir allí y barrerlos a distancia con mi magia..- Puso una nueva carta sobre la mesa, mientras que el pelirojo respondía a las palabras del samurai, remarcando la situación y al parecer, aceptando el plan expuesto por el samurai, dando una orden y diciendo como avanzarían en dicho escenario...

-Bueno, supongo que no hay mucho que decir, pero sí necesitas ayuda alguna solo dilo y no dudaré en ayudarte y sacarte de ese lugar- Dijo dirigiéndose al pelinegro mientras que extendía su mano hacía él -Antes de avanzar...¿Cuál es tú nombre?- Preguntó a aquel hombre, venga, sí ibas a utilizar a alguien como carnada para cumplir con tu misión, lo menos que puedes hacer es saber su nombre ¿no?

Resumen: