— Dos demonios en un bosque ¿Qué puede salir mal?. | Priv [Aradia] | Pasado

— Dos demonios en un bosque ¿Qué puede salir mal?.

Britannia estaba en un momento de paz, las calles se podían ver repleto de gente totalmente emocionada por los caballeros sacros. El rubio demonio simplemente tenía otro tipo de visión en el mundo, sobre los habitantes de la tierra y mucho más, caminando con las manos en los bolsillos observando directamente por los sitios del lugar las calles si bien no estaba repleta de una multitud enorme se podía sentir que era un día movido para las compras, entre otras más cosas, familias formada por padre, madre e hijos algo que nunca tuvo lo cual eso le molestaba un poco. Quería un cambio de aire, algo que claramente pudiese sentirse tranquilo, observando el cielo tan enorme de color azul con sus nubes esponjosas de tonalidades griseadas con blanco, los pájaros volando por el inmenso cielo cantando, viviendo con total libertad sin ningún tipo de jaula que los atasen para cantar mientras usaban sus plumas para alzarse en lo más alto del mundo.

De su bolsillo sacaba un poco de cigarrillos para ponerlo en su boca, sintiendo en sus labios la punta de este, chocando con estos para sentirlo completamente, encenderlo y empezar a fumar varios le quedaron observando algo sorprendidos, pero no le estaba prestando atención, mientras su mirada parecía estar completamente de enojo, pero estaba demasiado normal tanto así que muchos se salían de su camino caminando directamente hacía otro lugar que no fuese aquel para poder despejar su mente ya que el estrés estaba haciendo acto de presencia y eso no sería bueno para una persona que ya de por si tiene algo de mal humor en su persona siendo alguien fastidioso y gruñón.

Podía ver como se alejaba del lugar residencial de Britannia donde podía acceder a un sitió quizás más peligroso, pero ciertamente aquí estaba completamente tranquilo escuchando pájaros en sus nidos cantando, animales durmiendo, una brisa totalmente amigable y ciertamente un sitió increíble para tomar una pequeña siesta, se subió encima de un árbol como si fuese un mono mientras se acomodaba en lo que miraba con sus ojos carmesí el basto cielo extrañado, con un poco de “nostalgia” sin saber de qué podría ser aquello cuando una imagen de su madre estaba en su mente, pero para luego cerrar sus ojos, sus cabellos se movían lentamente mientras no parecía disgustarle en lo más mínimo se sentía demasiado tranquilo en lo que algunos pájaros se ponían encima de su cabeza y para poder dormir junto con él, no sé quejo, ni se inmuto en lo más mínimo aquel lugar era fabuloso para estar descansando un buen rato sin pensar en nada más ya que así sería un día nada más para un simple descanso.

No parecía que alguna otra persona estuviese por acá lo cual él no tendría por que estar en la defensiva, además estaba rodeado de animales si bien sería un descuido bastante enorme quedar profundamente dormido en vez de tener algo de alerta por andar en un bosque que podría ser peligroso además de que alguien pudiese andar rondando por estos lugares y posiblemente un asesino, o quizás alguien más peligroso o algo que pueda meterlo en serios problemas.