[+18] La promesa del inicio... || Pasado - Chrom

Recuerdo del primer mensaje :

Supongo que estarás familiarizado con el inicio, con el fin, que un inicio puede tener fin y un fin tener inicio… pues bien, las cosas por lo general siempre son así y muy pocas veces se pueden cambiar y en hacía ya muchos años en el pasado, al hada de la nieve ya le había tocado su fin del inicio… esperando incansable y siempre con aquella esperanza de que todo volviera a comenzar de nuevo, todo con tener siempre en mente una promesa, la promesa que en lo más profundo de su alma se grabaría, aunque posiblemente era esa misma promesa la que la había sumido en tan larga tristeza y melancolía, siempre a la espera de que una vez más apareciera aquel con quien se había hecho el pacto y año tras año nunca aparecía, lo cual solo dejaba más dolor y tristeza en su vida pese a tener pequeños “chispazos” de esperanza cada determinado tiempo, pero así como venían, se iban… esto solo la sumía aún más en el abismo de su tristeza y soledad que un corazón roto con apenas un ápice de esperanza se mantenía latiendo hasta el día de hoy…

Justamente hoy se cumplía un año más, y no, no un año más desde que la historia de amor de la pequeña hada había terminado, de así serlo, esta singular hada se encontraría en Danafor, visitando la tumba de su amado como suele hacer cada año, llorando desconsoladamente hasta quedarse sin voz y caer rendida por el cansancio de tanto llanto frente a la tumba de Elan… este era un día completamente distinto, hacía ya muchísimos años atrás, hace 200 años para ser precisos, aquel había sido el día en que su vida cambiaría, día en el que sintió con toda su alma el verdadero terror, la desconfianza, sentimientos que la habían hecho cambiar, pero que al mismo tiempo, le habían dado esperanza por quien había logrado salvarla…

Al borde del bosque se encontraba ahí parada, el mismo vestido blanco de toda la vida, el lugar exacto, todo era “lo mismo” aunque como siempre, no había ningún grupo de criminales que llegaran a querer secuestrarla o similar, tampoco había un joven que la rescatara y le inspirara confianza… por que sí, ese era el mismo día que hacía 200 años se había encontrado con la única persona que había amado y amaría hasta el día en se muriese y seguramente, si encontraba la forma de renacer, lo volvería a buscar las veces que fueran necesarias.

Con el viento soplando con fuerza, la joven hada solo veía al horizonte, tan melancolía y tan triste que su pura aura te daban ganas de llorar… -…Elan…- Sería lo único que alcanzaría a pronunciar mientras las lágrimas comenzaban a brotar de entre sus ojos y su palabra se la llevaba el viento… ¿acaso este sería el momento en que por fin, su voz llegara a los oídos de su amado luego varios años de espera? Eso es algo que para ella sería imposible de saber… pero que todos, pronto lo descubriremos…

Por un momento se podría creer que el hada estaba loca o algo, tal vez mal de la cabeza en otro sentido, inclusive para ella misma, quiero decir, ¿qué no ya había comprobado que Elan era aquel chico? O sea, su amado había logrado regresar en todo su esplendor para decirle cosas entre lo mucho que la amaba, pero pareciera que lo que realmente necesitaba para confirmar aquello, era el despeinar al castaño y recordar exactamente a quien más ama en este mucho el día que lo conoció para poder volver a sentir latir sinceramente su corazón, inclusive eso le valía para poder estar alegre, las lágrimas que antes brotaban sin cesar de sus ojos ya no fluían más, solo quedaban los rastros pues su rostro no había limpiado, pero parecía ser que no volvieran a salir, al menos no por el momento.

Suponía que simplemente la volvería a amarrar de cabo a rabo, simplemente extendió sus manos y se dejó tranquila atar, no obstante. -¿Sabes? No es necesario que me ates, siempre iré a donde sea que tú vayas.- Alegre y sonriente, hacía tantos años que no tenía esas reacciones en su rostro, al menos no cuando estaba con alguien más, en fin, así como ya se dijo, se acercaba de golpe al chico a forma de inclusive pegar su cuerpo con el contrario aunque fuera solo un par de minutos.

El camino había sido largo y silencioso, o al menos así lo fue para el castaño pues no decía ni pio, no obstante, en algún puto la hada había comenzado a tararear una canción que siempre le había gustado mucho cantar, movía de un lado al otro su cabeza al compás de la melodía y simplemente continuaba avanzando, en ocasiones se cansaba de caminar, así que simplemente flotaba como si nada, después volvía a caminar, pero siempre procuraba estar junto a Chrom.

Los ojos de Giulietta brillaban, al llegar al claro en el cual pasarían la noche, lo recordaba, ellos ya habían estado antes ahí, hace mucho tiempo, el simple acto de recordar eso fue el suficiente tiempo para que Chrom pudiera prender una fogata y poner carne a cocinar, fue hasta que sintió aquel olor y que le entregaron la carne, cuando pudo reaccionar y simplemente rió silenciosa. -Te apuesto lo que quieras a que te preguntas si las hadas comen carne o no.- Dijo divertida la albina, pero es que eso era también parte de su recuerdo, esa misma pregunta le había hecho Elan en su vida pasada y la respuesta seguía siendo la misma. -Por lo general está la tendencia a comer más verduras y similares, aunque al mismo tiempo es extraño porque a muchos nos termina doliendo, estamos muy en contacto con la naturaleza, los árboles, plantas, así que es un tanto doloroso comer a los que nos cuidan y cuidamos… y a veces no lo es tanto cuando se tratan de los animales… aunque casi nunca verás a un hada matar a un ser vivo solo para comerlo, solo lo comerá cuando se lo den o lo consiga en un mercado.- Larga era la respuesta, pero esa era su verdad, la de sus amigos y la propia, así que sin más, dio gracias por la comida, la sopló un poco para no quemar su boca y le dio una tremenda mordida demostrado su alegría al comer.

¿Será que la historia vuelve a escribirse? Toman el mismo camino, las mismas acciones y palabras, solo que para Giulietta ya es algo familiar, mientras que para Chrom todo es nuevo, ¿Estar en compañía de un hada y sentirse “bien”? Eso es algo que nunca se había imaginado antes, y ya te digo que si se tratara de otra persona y/o criatura ni se molestaría en dejarla acercarse al fuego o darle comida, sin tomar en cuenta que la tendría sedada en todo momento.

¿Acababa de adivinar lo que estaba pensando? Ya lo había hecho antes cuando se habían puesto en marcha diciendo que nunca se separaría de él... cada cosa que pasa, cada paso que dan, cada nueva sonrisa, todo es realmente extraño para él, incluso la canción que había tarareado Giulietta durante el camino es algo que había sentido muy familiar, ¿No es esa la misma canción que su madre le cantaba apenas nació? Si... pero también es la canción que le cantaba Giulietta en su vida pasada -Cierto, la extraña conexión que ustedes tienen con la naturaleza sin duda es algo interesante- Más aun tomando en cuenta que él es parte de esa “conexión”, sus raíces son completas para con la naturaleza aunque su sangre de depredador es muy diferente a lo que viven las hadas.

El olor seguramente atraería a carnívoros que podrían estar en el área, quizás lobo salvajes o algún oso -¿Quieres otro poco?- Volvía a extenderle la mano con más carne mientras su olfato le revelaba la presencia de criaturas salvajes, tal y como se lo había imaginado... entre las sombras de los árboles que rodeaban el lugar se estaba escondiendo una manada de lobos salvajes -Ooh... supongo que ya no tengo que preocuparme de que escapes- Solo la dejaba comiendo mientras caminaba lentamente hasta la oscuridad del bosque y Giulietta podría ver como un lobo se acercaba... ¿Un alfa? De seguro, el mismo que venía a hacer contacto con el alfa que estaba llevando al hada.

Si era observadora podría notar como las manos de Chrom cambiaban, pelo blanco salía de ellos y aun cuando se perdía en la oscuridad se escucharía el ruido de un canino lamentándose, quizás por la herida profunda que acababa de quedar en su lomo gracias a las garras de un hombre que no tiene mucha paciencia con quienes invaden su perímetro. Su vuelta sería relajada y no parecía querer esconder la sangre que goteaba de su diestra, simplemente la mojaba en el lago y luego usaba su propia ropa para secarse -No hay de que preocuparse, pasaremos la noche aquí, mañana nos espera un largo camino- La carne ya se habría acabado pero el fuego seguiría iluminando suavemente el lugar, mientras el joven lobo tomaba asiento cerca del agua y elevaba su cabeza contemplando de la hermosa luna que los acompañaba.

Mientras comía, escuchaba las palabras del chico, lo veía y no podía evitar sentir desde el fondo de su corazón gran gozo, una alegría inmensa que simplemente le permitía saborear muchísimo la comida, sin mencionar que el que le ofreciera más comida, eso la hizo sentirse aún más feliz. -¡Gracias!- Así de alegre era como tomaba el otro cacho de carne para continuar comiendo, fue entonces cuando el sonido entre los arbustos la alertó un poco, bien podría ser solo el viento, pero en esta ocasión no era así, habían lobos, una manada que les rodeaba y por lo visto el macho alfa que se acercaba.

Aquello le traía recuerdos, aunque de momento esos recuerdos no podrían simplemente fluir pues algo extraño sucedía, ”Aquello es una… ¿pata?… ¿Una… garra?… ¿Qué es?…” Intentaba descifrar aquello, no obstante le iba a ser imposible pues la luz cada vez era menor, y no le permitía aquello, no obstante, pudo escuchar al lobo chillar, los pasos de la manada alejándose y el cómo el chico regresaba con la mano ensangrentada, eso la hizo poner alterada, pensaba que lo habían herido, no obstante, cuando este remojó su brazo en el lago para limpiar, pudo comprobar que no había rasguño alguno, eso la dejó completamente tranquila.

Cuando el castaño se sentó junto al lago, el hada no pudo evitar acercarse lo más posible, logró llegar y tomar asiento junto a él por suerte. -¿No te parece una luna hermosa?… Su reflejo es realmente bello en la cristalina agua del lago.- Claramente le intentaba hacer plática, aunque era solo en ese momento cuando de verdad los recuerdos fluían, el accedente con los lobos había ocurrido años atrás, pero de manera completamente distinta, hablamos de un Elan intentando darle carne a los lobos para hacerlos sus amigos, claramente todo sale mal y era el hada quien lo tenía que ayudar haciendo que lianas le den de latigazos a los lobos y así se vayan, también cuando torpemente se quería lavar las manos en el lago y simplemente terminaba cayendo para empaparse todo, todo eso le hacía feliz, aunque el sentir ahora la cercanía de aquel nuevo Elan, también lo hacía.

-¿Cuál es tu luna favorita? A mí me encanta cuando está así, una hermosa luna llena, tan linda y tan radiante que ilumina todo lo que se encuentre en la inmensa oscuridad de la noche… es como si te estuviera observando, como si te cuidara y no dejara que estuvieras solo, ¿no te parece?- Mientras decía aquello, su mirada estaba firme en el cielo, en aquella bella luna blanca que parecía ser más que nada plateada aquella noche, luego volteaba a ver con una inocente sonrisa alegre al castaño en espera de una respuesta, aunque tampoco estaba muy segura de tener una.

¿Por qué hace esto? Era lo que se preguntaba Chrom una y otra vez cada vez que ella actuaba contenta y feliz, ¿Acaso no a escuchado cuando le dijo que sería llevada para ser vendida como una esclava? ¿Que es lo que espera de todo esto? ¿Por qué se siente tan familiar y cálida? Las preguntas se mezclaban al igual que las ideas en su cabeza, de seguro el viejo Elan estaba haciendo mella en su alma poco a poco, insertando incertidumbre en su forma de pensar y ver las cosas cuando tienen a Giulietta cerca. Te puedo firmar ahora mismo que ninguno de sus hermanos lo reconocería si lo ven dándole comida a una esclava, ni mucho menos dejando que se acerque a él... en el pasado a llegado a dañar mujeres por querer abrazarlo o si quiera estar cerca de él... bueno... ya lo viste como se estaba comportando en un inicio.

La escucharía con atención a pesar de que parecía estar mirando fijamente la luna, y cuando ella terminara sus palabras simplemente alzaría la mano hacía el cielo y dejaría que la luz le diera de lleno -Un lobo se siente realmente pleno cuando se encuentra bajo la luna llena- Sus palabras ya no eran agrias como antes y su mano volvería a ser cubierta por un pelaje blanco, uñas negras y una especie de “palma” similar a los “colchones” que tienen los caninos en sus patas. Una vez la transformación de solo su mano estuviera completa extendería su mano hasta Giulietta esperando que la misma se asustara y se alejara olvidándose de cualquier tipo de contacto con él.

-Esto es lo que soy, un hombre mitad lobo que vaga por el mundo siendo odiado por las personas, ¿Aun así quieres seguirme?- Sus ojos amarillos se clavarían fogosos sobre la pequeña albina -¿Como sabes mi nombre? Y no digas que lo viste en mi medalla, antes ya lo habías dicho- Las dudas ya lo había carcomido por mucho tiempo, ahora simplemente soltaba las interrogantes y las dejaba en el aire mientras la luz de luna los envolvía a ambos... una atmósfera de paz se creaba y un momento agradable estaba naciendo.

Casi que podía comenzar a mover sus pies de arriba abajo de lo contenta que se encontraba en esos momentos, aunque se sorprendería justo cuando volteó a ver al castaño, este extendía su mano y ella quería intentar tomarla, de hecho estuvo a punto de hacer el intento cuando vio cómo empezó a cambiar, se recubría de pelaje blanco, garras, era tal cual una pata de lobo, cosa que la asombraba, aunque más que eso, la intrigaba, y no tanto por saber si era su especialidad o era del casi extinto clan de las bestias, no, le intrigaba más otra cosa, aunque mientras escuchaba las explicaciones que él le daba, pero parecía casi como si no las escuchara, sin embargo, no vayas a creer que solo lo estaba ignorando, sí lo escuchaba, pero es que ella realmente…

-¡Wau! ¿Es en serio? ¡Ooooh! Es tan suave y tan tibia… ¡Oh! ¡Y mira esto! ¡Es muy blandito!- Había dado un brinco de emoción cuando aquella pata fue acercada a su persona, la había tomado con delicadeza y mucha energía entre ambas manos, acariciaba el pelaje, era realmente suave, luego se ponía a ver la “almohadilla” que tenía y era como decía, era blandita, de hecho se entretuvo con eso un par de segundos. -¿Cómo haces para tener tus garras tan firmes y duras? ¡Son de envidiar!- Ahora era cuando analizaba las garras negras, en su mente, si sus garras eran así de duras, sus uñas normales de humano también lo serían, lo cual le daba curiosidad pues, si bien las uñas propias no eran especialmente frágiles, siempre le hubiera gustado tenerlas más resistentes.

Con aquel acto dejaba por completo en claro que a la pequeña hada no le importaba quién o qué fuera en esta vida el castaño que tenía a su lado, después de todo, ella conocía lo que había muy en su interior, sabía quién había sido su vida pasada y eso le bastaba para tener la certeza de que el chico no era malo, después de todo, ya la había alimentado también ¿no? Aunque puedo fijar que no era para nada esa la reacción que él se pudo llegar a esperar, así como tampoco ella se esperó las preguntas que este le hizo, sobre todo la última. -¿Antes?- Repitió casi por pura inercia, aunque según ella, esa pregunta se había quedado únicamente en su cabeza, claramente no fue así.

-A mí no me importa si eres un hombre lobo, una chinche, un vampiro, el mismo rey demonio o no, yo quiero estar siempre a tu lado y te amo por lo que eres en tu interior.- Tal vez compararlo con una chinche haya sido excesivo y casi jugar con su propia suerte, pero ella no lo había hecho con mala intención, todo había salido tan fluido y con inocencia que realmente no se podría considerar que lo dijo con el fin de molestarlo o similar. -Y lo de antes… no sabía que alguien me escucharía… nunca creí que precisamente tú me escucharías… solamente… estaba pensando en ti… siempre pienso en ti… incluso cuando no estás junto a mí… sigo pensando en ti… queriendo verte… estar contigo… sentirte a mi lado… siempre quiero estar contigo hasta el día en que me muera…- Sus palabras eran cálidas, suaves, dulces… pero lo más importante, eran completamente sinceras y, mientras decía aquello, lenta y suavemente iba tomando la mano ajena entre las propias hasta llevarla a su mejilla derecha y ahí dejarla para que su palma sintiera la calidez del rostro de la chica mientras lo veía con tanto amor y devoción que parecían ser irreales, pero es que eran sentimientos acumulados durante 200 años… no eran cualquier cosa después de todo.

¿Emoción? ¿Esa era realmente su respuesta ante tal método de provocación? Cualquier otra persona se alarmaría con solo ver esas enormes garras, o el pelaje que poco a poco comenzaba a emerger de su mano... y venga, que se está frente a lo que algunas personas aun consideran un ser mitológico, un miembro del clan de las Bestias que muy pocos saben que verdaderamente no fue extinto como cuentan las historias. De todos modos, si existe algo de verdad en esas historias y es que los miembros de dicho linaje suelen ser muy agresivos, no se sabe cuando van a reaccionar mal o lo que les dicta su corazón... a fin de cuentas sus instintos naturales son mucho más fuertes que cualquier cosa.

Garras de envidiar... ¿De verdad estaba preguntando eso? Por unos segundos podrías ver como una leve gota de sudor caía por la sien del muchacho y al final de la escena soltaba una leve sonrisa, ¿Si? ¿Segura que leíste o viste bien? Chrom acababa de sonreír y ya te digo que esto es porque Elan en el interior se está aprovechando para abrirse paso en los recuerdos del joven lobo, y no, no apoderarse de ellos y quedarse con un cuerpo más joven, al contrario, infundirse en él y moldearse al nuevo “Elan” que a tenido una vida totalmente diferente a la del anterior.

¿Un chinche? Eso sin duda lo sacaba de onda y le hacía mover su cabeza en forma de negación mientras sus ojos seguían clavados con fogosidad en los de la pequeña Hada, es más, con un leve movimiento de su mano que aun estaba transformada cortaría las ataduras que la mantenían prisionera. Pensando en él, estando a su lado hasta que la muerte los separe... o vuelva a separar... lo cierto es que la calidez del rostro de la pequeña y los vagos recuerdos que se introducían como imágenes en la cabeza de Chrom, lograban que su rostro se tornara cálido y con una sonrisa de complicidad que hasta ahora no se había visto en él, ni siquiera cuando Elan tuvo el control por algunos segundos.

Sus palabras siempre sinceras y salidas de lo más profundo de su corazón parecía que eran bien recibidas por Chrom, o al menos esa impresión le daba pues no estaba atacándola, aunque si hubo algo que no se esperó ni por asomo, fue aquel hecho de que con su garra, cortase la cuerda que la mantenía presionara, eso fue algo que la descolocó un poco y no porque le hubiera molestado o similar, era solo que no lo esperaba, ¿no se suponía que la iba a vender o algo así? ¿Por qué hacía eso ahora? No lo lograba comprender, y digo, no es como que tampoco mucho le agradase la idea de ser vendida al mejor postor, pero se suponía que era eso lo que su amado, porque sí, pese a no haberle llamado así aún, seguía siendo su amado, en fin, aquello era lo que su amado quería y esto rompía por completo lo dicho.

A punto estuvo de reaccionar, solo alcanzó a abrir la boca cuando una sorpresa nueva aparecía de nuevo dejándola completamente perpleja, ¿qué era eso? ¿Qué pasaba ahora? De un momento a otro, estaba ahí, en el suelo, el chico castaño se le había abalanzado con una suavidad y sutileza que ni te imaginas, pero eso solo la dejaba aún más confundida que antes, ¿qué era lo que pretendía hacer ahora? No sentía algún tipo de hostilidad de su parte ni parecido, así que, atacarla no era una opción, o al menos no aquel tipo de “ataque” que cualquiera pudiera darle, este era uno realmente distinto…

No había nada de que preocuparse en los alrededores, el bosque estaba tranquilo a pesar haber caído la noche, la luna abrazaba ambos cuerpos como si de sus propios hijos se tratase y el lago permanecía en una calma sin igual. Todo era perfecto para la situación que se estaba gestando, en el interior de Chrom nada había cambiado, seguía siendo el mismo Criminal de siempre con una pequeña diferencia... primera vez parecía sentirse atraído por una mujer, cosa que nunca antes había pasado, es extraño de pensar y plasmar... más aun tratándose de alguien que se planta como un líder ante sus iguales y muchas veces a estado rodeado de feminas del bajo mundo que darían un brazo por acostarse con él.

Dentro de su mente habían muchos recuerdos, recuerdos que parecían tan lejanos y que cada vez se iban acercando más y más, un beso, una caricia, todo parecía ser un sueño, o mejor que eso puesto que ni en sus mejores sueños había logrado sentir tanto, ni recordar tanto, aunque no podía dejar pensar que todo era tan distinto, pero seguía teniendo esa sensación de familiaridad al saber que se encontraba con el castaño, extraño ¿no? Pues no realmente, a fin de cuentas, ese era el nuevo cuerpo de su amado que años estuvo esperando y buscando, por lo mismo se lograba sentir de aquella forma

El afrodisíaco había sido usado en la pequeña hada pero por alguna razón las hormonas del joven lobo se había disparado en cuanto a sus niveles corporales, la sangre estaba cargada de ellas e iban de un lado a otro recorriendo cada rincón de su cuerpo, y ya sabes a lo que me refiero cuando quiero decir “cada rincón”, solamente que en este pequeño apartado de introducción no especificare nada, todo podrás leerlo solamente tú en el hide que viene a continuación.