¿Serás tú?.. [Pasado | Balar]

por **Shauna Koch** Dom 22 Sep 2019 - 23:16

No era demasiado el tiempo que había transcurrido, sin duda alguna, desde el día en el que dejó Istar y tuvo aquel… podría llamarse desafortunado encuentro con aquel vampiro, llamado Éric. A pesar de haberle puesto al seguro esa agitada noche, no había sido nadie más que él mismo quien terminó por envolverla en tal embrollo.

De cualquier forma, le fue prometido un sitio seguro, donde tendría techo y alimento para subsistir en el día a día. Tuvo suerte de que todo esto no fuese una mentira, es solo… que ahora es una de las principales atracciones de una taberna en la que es forzada a trabajar a cambio del cuidado, sin embargo, no es tan malo como suena. Siendo una tarea nada difícil de desempeñar para la joven, tarde que temprano, terminó por acomodarse a ese estilo de vida, al menos por el momento.

Lév, un hombre apenas un año mayor que ella, y a pesar de ello, dueño de la taberna, terminó por hacerle vestir un traje de camarera, detalle que llamó en gran medida la atención de antiguos clientes, conllevando ello a la llegada de nuevas personas buscando un lugar en el sitio. No es algo precisamente incómodo para ella, el atuendo no posee tintes lascivos en lo absoluto, siendo por en cambio, un atuendo más bien reservado, lo cual, extrañamente parecía complacer aún más a los clientes. Fue gracias a sus delicados rasgos que se ganaría la atención de tantas personas, no obstante, su carácter natural, su amabilidad, ganas de ayudar a las personas, y esa linda sonrisa dibujada por sus labios, también jugaron un papel importante en la popularidad que prontamente la joven ganó dentro de la taberna.

Desafortunadamente, pero como era de esperarse, todo tipo de personas llegan a entrar a aquel lugar. Algunas de ellas con tan retorcidas intenciones que hasta llegan a aterrar. Sea como sea, para su alivio, Lév no ha permitido que ni usa sola mano le haya sido puesta encima a la joven. Aunque consecuencia de ello, se sienta insegura casi en todo momento.

— “Debo aprender a defenderme por mi misma… de lo contrario, el día en el que me encuentre sola, estaré acabada..” — El pensamiento atravesó su mente, dejando una punzada en ella. Dejó ir un suspiro. Mientras, sus pasos continuaban bajo la luz diurna. Además de trabajar dentro de la taberna, se volvió también la encargada de suministrar los bienes de consumo. Teniendo un menú tan variado, las compras llegan a ser algo exhaustivas.

Sin embargo, aquellos vendedores eran excepcionalmente amables con la joven. — ¿¡En serio me lo puedo llevar!? — De vez en cuando, por no decir que siempre, a la joven le eran ofrecidos distintos bocadillos y dulces que terminaban por alegrarle la panza y arrancarle una sonrisa de los labios. Finalmente empezaba a ver esos primeros asomos de amabilidad en ese mundo aún misterioso para ella. Y es esa misma amabilidad la que la ha ayudado a mantenerse animada a pesar de todo, sí, a pesar de ir volteando por toda la ciudad con un montón de bolsas encima que superan por mucho el peso que la chica debería ser capaz de cargar, pero aún así las lleva como si no fuese ningún problema, ¿Cómo?, Pues con el poder de la amistad, claro está.

En aquella ocasión no sería la excepción, y en cosa de poco más de una hora, la chica se hallaba cargada de bolsas de compras, cubriendo casi por completo su vista.

— ¡Bien!, Por hoy he terminado con esto, debería regresar a la taberna pronto. — No le tomaría más de quince minutos el llegar a su destino, por lo que falta de preocupación empezó su caminata. Poco a poco empezaba a sentirse familiarizada con el sitio, por lo que trazarse una ruta segura se vio como una tarea un poco más sencilla, sin embargo, ese día, su ruta habitual se vio obstruida, algo había pasado. Asomó un poco la cabeza entre tanta bolsa que cargaba consigo, intentando visualizar lo sucedido.

En el suelo yacía el cuerpo sin vida de una mujer joven, con un tajo limpio al nivel de la garganta, lo que terminó por dejar un charco de sangre alrededor. La chica dejó escapar un chillido de pánico. Habían caballeros investigando los alrededores con el fin de buscar alguna pista al respecto. — “¿Acaso… fueron ellos..?” — Pensó, sintiéndose impotente al respecto. Aquella taberna no era una simple taberna más, en ese sitio habían personas dispuestas a quitar vidas a cambio de algo de dinero. De su boca no saldría nada. Sabía bien que esos sujetos no eran asesinos ordinarios, decir algo, seguramente, acabaría en una masacre de personas inocentes.

Tuvo que desviarse de su camino, una ruta más le conducía al mismo sitio, sin embargo, no brillaba por ser el sitio más seguro de la ciudad. — Debo apresurarme.. — Masculló, aligerando sus pasos a través de unas calles vacías y edificios en estado deplorable, solo sentía un mal augurio al respecto.

— ¡Pero mira qué tenemos aquí! — Una sensación desagradable recorrió su espalda mientras escuchaba pasos aproximarse. Al final de la calle terminó apareciendo un hombre casi deshecho, con botella en mano. Desde la distancia podía percibirse una terrible combinación entre el olor del licor y vómito al mismo tiempo. La chica dejó caer todas las bolsas al suelo, pretendiendo correr en la dirección contraria, pero desde atrás ya se hallaba bloqueado por otros sujetos más de desagradable aspecto. — ¡De seguro podremos divertirnos un buen rato con ella! — Pronunció una voz ronca y grotesca. Sus piernas flaquearon, siendo vencida por el temor, cayendo derribada al suelo. — No… por favor, ¡N-no se acerquen!, ¡Se los ruego! — Las lágrimas descendieron por sus mejillas, a la vez que las risas de esos tipos se volvían más sonoras conforme se aproximaban a ella. — ¡AUXILIOOOOOOOO! — Gritó con desesperación, rompiendo en llanto segundos después.

— “No debí abandonar Istar.. quiero regresar a casa.. no quiero terminar de este modo.. no.. por favor.. alguien sálveme..” — Una terrorífica cadena de infortunios la había perseguido desde ese día, y con ello, el espíritu de una alegre joven empezaba a quebrarse lentamente.

por **Balar Foromé** Mar 8 Oct 2019 - 13:47

¿Qué había llevado a Balar aquel lugar?, se trataba de una ola de asesinatos que estaba transcurriendo en la susodicha zona y no piensen que este se trata de un justiciero ansioso de vengar a aquellos fallecidos pero hacía relativamente poco que se había librado de una maldición y ahora estaba débil, las almas de los que ya no estaban entre los vivos eran consumidas por el demonio con la intención de volver a obtener el poder que antaño había conseguido, e incluso más si se le permitía. Por eso había consumido el alma de la joven que habían asesinado y por eso deambulaba por aquel lugar.

Y ahora se encontraba ante el espejo de una casa abandonada, su sucio reflejo mostraba el elegante traje que había adquirido hace poco, a pesar del vago y sucio reflejo pudo colocarse adecuadamente cada parte de su vestimenta, se permitió el lujo de llevar una chaqueta larga con un estampado en el borde de la misma con un elegante diseño, unos pantalones de seda de alta calidad y unos zapatos que hacían juego con dicho conjunto, quizás podría encontrar a alguien a quien engañar para poder nutrir su forma física de algún producto cárnico.

Abrió la puerta de aquella abandonada casa y comenzó a caminar por aquel poblado, su gente lo miraba con cierto recelo pues no acostumbraban a ver hombres vestidos con ese aire pletórico, quizás podía ser confundido con algún tipo de noble pero sin embargo lo que más llamaba la atención era que este mantenía permanentemente su ojo izquierdo cerrado. Fue entonces cuando los un grito le llamó la atención, una joven que se había metido en una especie de callejón a un lado se encontraba un hombre y al final el mismo otro, le parecía gracioso como los humanos mantenían actitudes tan vejatorias y brutales, casi parecían demonios, los mismos vulgares y asquerosos demonios que detestaba Balar.

Con tranquilidad se acercó hasta uno de ellos, hasta quedar detrás del mismo. Le aconsejo que se de la vuelta... diría mientras este abría su ojo izquierdo y una fugaz llama purpúrea y negra recorrían alrededor del ojo, en el interior de la misma podía verse su maquiavélico de esclerótica negruzca e iris carmesí, el tipo se giró y al observar el ojo cayó al suelo sin fuerzas, Balar aprovechó para pisar su tráquea y quebrarla como si de una nuez se tratase. Púdrete y sufre el castigo de tus vulgaridades... su ojo entonces miraría directamente al otro hombre que también desfallecería, sin embargo a este último no le pondría fin, Balar se acercaría con tranquilidad mientras cerraba su ojo izquierdo. Recuerda bien esto y reparte la lección con los tuyos, meted el pene dentro de vuestros pantalones, o allá donde estén yo apareceré para dar fin a vuestra existencia. El hombre entonces caminaría hasta la joven...

Al llegar donde la misma se inclinaría y extendería la mano para que la chica se incorporase, la joven además portaba comida, quizás con suerte podía invitar al hombre a comer. Debemos marcharnos señorita..., espero que se encuentre bien. mencionaría esperando que la joven tomase su mano para marcharse de ahí y que no la relacionaran con aquel asesinato.

¿Serás tú?.. [Pasado | Balar]

¿Serás tú?.. [Pasado | Balar]

Re: ¿Serás tú?.. [Pasado | Balar]