¿El pájaro azul de la felicidad? || Pasado - LIBRE

Un día tranquilo y pacífico era lo que tenía desde aquella mañana, el cantar de los pájaros era algo que le gustaba escuchar el cantar de los pájaros al amanecer, aunque le tenía más afecto a los peludos conejos y las ardillas que se encontraban en el bosque alrededor del bello lago, en fin, era un día normal y monótono de su vida, había ido a recolectar unas cuantas bayas y volvía a casa, pensaba hacerse una sopita de bayas que acompañaría con un poco de carne que había traído desde el pueblo más cercano, y es que, le gustan los animales y todos, a algunos por misiones los ha tenido que matar, pero de ahí a que sea ella quien los abra y saque las entrañas para luego poder comerlos… bueno, esas ya son ligas muy mayores para Giulietta y ahí no se mete.

La sopa estaba lista, el problema es que se había manchado un poco en ese momento, un tanto torpe de su parte, pero tampoco era muy extraño, en fin, simplemente saldría de su casa para caminar unos cuantos pasos hasta llegar a la orilla del lago, el agua era tan fresca que simplemente no pensó mucho y se metió tal cual con todo para bañarse, de más está decir que por lo mojado de la ropa, se le ceñía más al cuerpo y en ciertas partes se volvía traslucida, algo completamente digno de admirar y apreciar.

Se encontraba tan tranquila bañándose mientras de alguna forma lavaba su ropa hasta que escucho algo extraño en los pájaros, y no, no es como que tuviera el poder de hablar con ellos y comprender lo que le dicen o similar, simplemente que a diario los escuchaba y no sonaban como normalmente y al alzar la vista, pudo notar a un pequeño pájaro siendo atacado en el mismo aire por uno de mayor tamaño, por lo visto peleaban por la comida que el pájaro pequeño llevaba, aquello terminó en que el pájaro pequeño salió lastimado y comenzaba a caer a gran velocidad, esto hizo que sus alas se desplegaran y saliera en ayuda del pájaro.

Giulietta no era precisamente del tipo de personas que ya ayudan a los demás, no obstante, terminaría ayudando al pobre pájaro para que no fuera a dar contra el suelo, haría que unas raíces crecieran y pudieran moverse, estas sujetaban al pájaro con cuidado y se encargaba de traerlo de vuelta al piso sano y salvo, no intentaría acercarse a él, además, no era tampoco como que tuviera el poder de la curación, así que simplemente lo veía, ¿alguien debería ayudar? Seguramente, pero esa no iba a ser Giulietta, de medicina no sabía más que lo muy básico y tampoco tenía cosas tan cerca como para tratarlo, ¿aparecería alguien que sí le quisiera ayudar?