(PASADO) Valkyries Endless Summer! (Libre)

Así como el color del cielo se convierte en un brillante sol, el rayos brillantes del son iluminan el paisaje entero volviendo cada vez mas hermoso, así como el tiempo pasa y las estaciones pasan como si el mundo se estuviese recuperando de un trágico pasado... Así era el Verano, algo tan majestuoso y por ende mi temporada favorita de todo el año. Nadie me podía culpar, aunque la mayoría de las personas se quejaban del infernal calor que podían hacer los días de estos últimos meses, la verdad es que pese al sufrimiento esto te podría traer muchos placeres de la vida con solo saber como aprovecharlos y disfrutarlos. Tan solo piensen, el verano estaba lleno de cosas y oportunidades para todas las personas de Britania sin importancia de donde vinieran, era algo verdaderamente maravilloso y tan extenso que el decir "No tengo nada divertido que hacer" en medio del verano, era una de las escusas mas usadas por las personas perezosas que no sabían aprovechar nada del calor del verano.

Un hielo raspado frío y esponjoso, Bam! Se derrite en tu boca, la señal del verano, bronceados por doquiera, aunque mi piel ya es originalmente morena... La playa! El mar! Refrescarte en las saladas aguas del océano! Todo ese tipo de cosas eran momentos para disfrutar y por nada del mundo, me perdería eso, pudiera haber perdido el corazón hace tiempo... Pero todavía me emocionaba un poco la idea de pasar el verano de aquella manera, era por eso y apesar de la gente que abundaba en las playas estos últimos días, decidí ir hacia las mismas en busca de pasar un buen tiempo antes de que me ocupara con cualquier otro tipo de cosa.

Sol, arena y diversión, pero ¿sabes qué otra cosa había? ¡Muchísimo calor! Este calor era un maldito infierno para muchas personas y para nuestra hada… la cual sinceramente no sé si llamarla vieja o no, era mucho más, aunque al mismo tiempo daba de alguna forma las “gracias”, si te preguntas el motivo de aquello, era sencillo de saber, a mayor calor, más prolongado sería el tiempo en que pudiera llegar a utilizar su especialidad pues se demoraba un poco más en comenzar a congelar su pequeño y delicado cuerpecito de hada, esa era sinceramente la única ventaja que el verano siempre le traía y dejaba a Giulietta, de lo contrario, seguramente lo odiaría como otros muchos, aunque había otros varios que realmente lo amaban.

El océano era algo realmente hermoso que había, hace ya su buen tiempo, había llegado hasta las costas de Camelot para ayudar a las personas en un misión donde funcionó como un congelador andante, por otra parte, simplemente estaba en esta ocasión en Liones, en su mar para aparentemente contemplarlo, pero ¿sería aquello del todo cierto? Imposible de saber y esto debido a que simplemente se paseaba con su eterno vestido blanco y su sombrero de paja protegiéndole un poco de los rayos ultravioletas que el radiante sol le dejaba a las personas.

La pálida figura de la chica resaltaba por lo alto en todo aquel lugar, la mayoría iba para broncearse, jugar y pasar un buen rato entre amigos, pareja o familia, y ¿Giulietta por qué motivo iba hasta ahí? La respuesta sinceramente es algo de lo más sencilla posible que puede haber en todo este inmenso mundo. -Elan…- Durante muchísimos años se le podía llegar a ver a esta pequeña vagar sin aparente rumbo únicamente mencionando cada determinado tiempo aquel nombre de un lado a otro, el nombre de su amado que aún no lograba encontrar, al menos en este pasado porque dios, ella y el reencarnado sabían muy bien lo que había ocurrido en el presente, en fin, ahí se encontraba la albina, de hecho, se alcanzaba a parar justo a un lado de un semi gigante moreno, ¿motivo en particular? No realmente, al menos ningún otro que no fuera aprovecharse del tamaño de este moreno para poder tener un poco de sombra, fuera de eso, lo único que se podría llegar a percibir de la albina era un aura completamente melancólica, triste y abatida, carente de energía para vivir.

De momento me mantenía alejado, estaba mirando desde la distancia todo el panorama veraniego, no porque no estuviera entusiasmado por este, todo lo contrario como había dicho con anterioridad, me encantaba el verano por las múltiples actividades que podías hacer en el mismo gracias al gran tiempo libre que había ya que muchas personas utilizaban estas fechas para descansar de sus jornadas y labores diarios y tener un respiro de diversión y tranquilidad, aunque eso en mi caso no calificaba como tal ya que incluso me vendría bien cobrar por un poco de trabajo extra aunque fuera trabajar en verano... De todos modos, no dejaría que eso me detuviera, no obstante era otra cosa la cual me molestaba hasta cierto punto... y era como había mencionado anteriormente la cantidad de gente importante que se encontraba en la playa.

Por eso miraba desde la lejanía, algo desmotivado, pensando incluso en que seria una mejor opción el hecho de retirarme por el día y volver entre semana donde de seguro habría menos gente. No obstante, solo basto direccionar mi mirada hacia mi costado derecho, bajar un poco la altura... -¡AH! ¡USTED SI QUE ME ASUSTO- Para darme el susto de mi vida. A mi lado se encontraba una pequeña persona... bueno, la mayoría de las personas eran pequeñas para mi por ser un semi-gigante, pero aun estando en mi altura humanoide gracias a mi orbe que colgaba como pendiente, muchas personas seguían siendo pequeñas... ¿Seria un simple humano? ¿O tal vez una hada? No lo sabia, pero realmente me había dado un buen susto.

-Ah... Buenas tardes- Intente sonreír, si de por si no sabia como relacionarme con la gente, hablar con esta persona era de las vivencias mas incomodas y nerviosas que había tenido en un largo tiempo, se veía especialmente melancólica, pero el hecho de que no se moviera de mi lado me hacia ponerme nervioso -Y dígame... ¿Vino a disfrutar del verano también?- Ahi esta yo, esforzándome al máximo, casi temblando por los nervios -Escuche de una supuesta competencia de castillos de arena, jaja... Creo que seria divertido verla- Puros comentarios extras.

Muy metida venía en sus pensamientos, disfrutaba y sufría con el maldito calor y sol de verano, una tortura y a la vez una bendición sin lugar a dudas, pero daba igual, para ella todo era igual, después de todo, no importaba qué tan radiante pudiera ser un día, que tan colorido se le presentase, nada de eso ya tenía sentido y ante sus ojos no había color alguno, todo era carente de vida y luz desde que su amado Elan había muerto ya hacía varios años atrás, por lo mismo, realmente no se podía ni siquiera fijar dónde se paraba, que vamos, veía sombra y aprovechaba, no importaba si venía de un gigante o no, que para aclarar, al tener metro y medio de estatura, la verdad es que para Giulietta, absolutamente todos son unos malditos gigantes, así que es más una mera forma de referencia.

Sea como sea, con su aura tan carente de vida y lúgubre, ella estaba ahí, parada a un costado del moreno más guapo y alto del lugar, aprovechándose de su sombra hasta que este mismo se dio cuenta de la presencia ajena a él y decidió dar un gran grito, grito que realmente retumbó en los oídos de la pequeña albina y le hicieron doler como no tienes ideas, ¿realmente era necesario que gritase tanto? ¿Tan fuerte tenía que gritar para dejar en evidencia que se había asustado ante su presencia? De ser así, la verdad era que Giulietta no lo entendía, ¿cómo un gigantón iba a tener miedo de la cosa más frágil y delicada del mundo? No tenía sentido en lo absoluto.

Una vez que el chico terminó de gritar y asimilaba lo que ocurría, simplemente recobró la compostura y venga ya, todo volvió a la normalidad, para este momento, Giulietta solo escuchaba lo que se le decía y con la mirada más muerta que te pudieras imaginar en la vida, le miraría. -¿Ya no vas a gritar más?- ¿Responder las preguntas del moreno? Para nada, primero quería saber si realmente no volvería a gritar, porque de ser así, la hada sin lugar a dudas pensaba volar lo suficientemente lejos como para no volver a recibir daños en sus tímpanos, luego de eso, ya respondería la pregunta. -¿Sabes tú lo que es disfrutar?- ¿No te molesta que te respondan a una pregunta con otra pregunta? Porque la verdad, eso era justo lo que estaba haciendo Giulietta. -¿Qué tiene de divertido hacer castillos de arena?- Sinceramente, la hada ya no recordaba la diversión en aquello, tenía más de cien años que no hacía alguno y obviamente, las veces que los hizo, su amado estaba de por medio, así que hoy en día, eso ya no lo veía como algo “divertido”.

-Ah... L-lo siento por levantar la voz- Dije tímidamente, avergonzado y tartamudeando como un tonto, tanto aquí que incluso siendo mas grande que ella físicamente, me sentí como un enano frente a su indiferencia, haciéndome sentir mal de un momento a otro y girando mi cuerpo agresivamente mientras me sentaba en cuclillas y cubría mi rostro para que nadie viera mis lágrimas de cocodrilo y a la vez que aquella mujer no me viera el rostro. ~Lo intentaste fui fuerte... Eso fue muy fuerte, no debiste de hacerlo, no debiste de hacerlo...~ Comencé a llenar mi cabeza de muchos pensares y comentarios sobre mis errores y mis actos que dan pena, tanto que comencé a sugestionarme yo solo, exagerando las cosas como era tan normal en mi y haciendo que quisiera llorar con mas fuerza ~Ah, eres un inútil, no eres bueno para nada, por eso no debías de venir a la playa hoy, lo arruinaste todo, ahora vas a morir solo y todos se te quedaran viendo como el bicho patético que eres y...~ Incluso si mis lágrimas no eras de total tristeza, el remordimiento, la pena y el miedo del dolor que sentía eran reales y salían como forma de agua.

Mientras me ahogaba en mi miseria, deje de pensar un momento el la presencia de aquella dama, no fue hasta que volvió a preguntarme algo que deje de reaccionar y regrese hacia ella -S...supongo yo que tengo una idea de que es disfrutar...- Mencione todavía temeroso -Supongo que la arquitectura de poder realizar algún tipo de monumento con un elemento y material tan poco común, débil y frágil, en un competencia a tiempo contra otra personas hace que el elemento de la competencia y rivalidad de las personas aumente y por ello sus niveles de endorfina, dopamina y serotonina se disparan hacia el cielo generando una sensación de...- Y volví a arruinarlo -A-ah, lo siento...- Ahora comencé a llorar enfrente de ella, pero una parte mía se había dado cuenta, que ella era como yo, diferente pero parecidos, alguien que no tenia corazón.

¿Qué es lo que veo… un rival?… Vaya pregunta tan más tonta, la… ¿debería de llamarla joven? Es que bueno… tú sabes… tiene 267 años y bueno… creo que tan joven ya no es… creo… pero… también sigue siendo joven si lo ponemos en tiempo hada… ¿no?… Bueno, no importa, el punto era que, ahí estaba la albina, luego de haber lanzado sus comentarios sin más, vería cómo el chico gigantón se giraba rápidamente para ponerse a ¿llorar? Sí… lloraba… o eso creo, la verdad ni idea, al menos Giulietta no tenía idea pues, solamente había cerrado sus ojos como si nada para evitar que le entrara arena luego del movimiento brusco del chico que la haría llenarse un poco de arena.

Terminaría por sacudirse la arena de su cuerpo, empezando claramente por su cara para poder abrir bien los ojos, simplemente lanzó la pregunta respecto a lo de disfrutar y los castillos de arena, se quedó esperando la respuesta en lo que continuaba sacándose encima el resto de arena, una vez que terminó, justo la respuesta se la comenzaban a darla explicaciones, comenzaban normales, las entendía, pero luego comenzaba a ponerse muy técnico el moreno con sus palabras y bueno, ya ahí no comprendía nada Giulietta, cosa que se notaba en su cara como un tipo de fastidio, y por lo visto, eso parecía afectar al gigantón porque, de nueva cuenta, aunque para ella era la primera vez, comenzaba a llorar haciéndola que quedase completamente desconcertada.

-¿Puedes dejar de llorar?… Pareciera que te están matando.- La escena era ciertamente curiosa, la cosita de apenas metro y medio parecía ser claramente la más dominante entre ella y el gigantón de dos metros, era realmente algo chistoso de presenciar para cualquier espectador; por otro lado, la pequeña hada simplemente se cruzaba de brazos mientras le veía fijamente. -¿Siempre eres así de llorón?- Preguntó sin más, sin pelos en la lengua, simplemente lo soltó y ya, por otra parte, alzó una mano y salió nieve la cual fue tomando la forma del castillo [s]Disney[/s]. -Dijiste que es “divertido” crear estructuras con elementos no tan comunes, bueno… ¿en qué parte se supone que me tendría que comenzar a divertir?- Preguntó sin más sin siquiera recordar que hacía años, le encantaba y disfrutaba de crear mucha nieve para tener guerras de bolas de nieve entre otras cosas con Elan… vaya, el tiempo realmente cambia a las personas.